La situación que vivimos por la pandemia producida por el COVID-19 pone frente a nosotros un mundo diferente. Plantea nuevas formas de hacer las cosas, de vivir, y también influye en la forma de vender y de comprar.
La situación que vivimos por la pandemia producida por COVID-19 pone frente a nosotros un mundo diferente. Plantea nuevas formas de hacer las cosas, de vivir, y también influye en la forma de vender y de comprar. Analizamos el futuro del marketing digital, la actuación de las empresas y su transformación.
Reinventarse
Sin duda, las empresas han tenido que avanzar más rápidamente o dar un paso de gigante hacia lo digital. El escenario al que nos enfrentamos no deja otra alternativa: potenciar enormemente el e-commerce. Las que contaban con plataformas digitales han partido con una gran ventaja. Otras, se han visto obligadas a cambiar, a adaptarse al consumo online y sus productos, a la demanda.
Como considera Isidro Sánchez-Crespo, profesor del Máster en Marketing Digital de UNIR, “una empresa debe aclimatarse instantáneamente y mantenerse al día con las tendencias del marketing digital. Así podrá obtener el máximo beneficio de la marca. Si la empresa no estaba utilizándolo, no hay mejor momento para comenzar”.
La flexibilidad para lograr ese cambio y reorientar las estrategias se ha convertido un elemento clave, destaca Beatriz Feijoó, coordinadora del Máster en Publicidad Integrada y profesora del Máster en Marketing Digital. “El confinamiento y la obligación de cerrar la persiana empujó a muchas medianas y pequeñas empresas a improvisar un modelo de comercialización digital. Por ejemplo, productores del sector primario, como vino o verduras, no tuvieron más remedio que vender su producto por sus perfiles de redes sociales o a través de plataformas y aplicaciones de compra/venta”.
Las empresas que llevan tiempo invirtiendo y potenciando esta vía de comercialización no saldrán tan perjudicadas de este parón obligatorio. Señala Beatriz Feijoó el caso de Zara que, gracias a su estrategia digital, ha podido mantener un buen nivel de ventas a través de su web. “Esto es así porque ha puesto desde hace años un especial empeño por generar una experiencia de compra óptima, por ejemplo, a través de la app. Un caso semejante también ocurre con la banca móvil, comprometida desde hace tiempo con el desarrollo y mejora de sus aplicaciones, y lograr que sean más amigables”.
¿Y ahora qué?
En el avance de la desescalada, remarca Isidro Sánchez-Crespo , “muchas marcas están experimentando una fase intermedia esencial que es clave cuando se reflexiona sobre el futuro. Ahora toca preguntarse cómo reenfocar las estrategias de marketing digital después del tsunami inicial”.
Unas estrategias que se están orientado hacia los clientes, con nuevas acciones que generalmente siguen tres caminos:
1- Estar presente y visible para el consumidor.
2- Informar sobre cualquier cambio en el servicio o medidas adoptadas para mejorar la higiene en cada proceso o seguridad de los empleados.
3- Determinar nuevos protocolos de servicio al cliente y escuchar a los usuarios.
Empatía y conexión
En ese objetivo de acercarse al cliente las redes, al igual que el marketing de contenidos, se refuerzan como una forma de llegar al consumidor e interactuar con él. Pasamos más tiempo en casa y conectados. Se ha producido un incremento del email marketing con el fin de mantener esa relación con el cliente, ofreciendo tanto promociones como información.
En la venta online algunas empresas han optado por estrategias como los descuentos especiales o gastos de envío gratis para fomentar el consumo o compensar el retraso en las fechas de entrega.
El mensaje inicial se centra en ofrecer soluciones y expresar empatía, aunque como considera Beatriz Feijoó los mensajes evolucionarán hacia un enfoque más comercial. Pero ¿cuál debería ser el siguiente paso? Isidro no tiene dudas, “es hora de diseñar una hoja de ruta que analice el impacto que tendrá la crisis del coronavirus en cada área dentro del Plan de Marketing Digital”.
¿Dónde irá la inversión?
El ámbito del marketing digital que mayor inversión recibirá en los próximos meses será el comercio digital, que se extenderá más allá de una página de e-commerce e impactará en todo el proceso previo a la venta, la transacción y la post-venta. También las redes sociales (50%), Marketing de contenidos (48%) y CRM (47%), serán aspectos relevantes de inversión.
Con la mirada puesta en el futuro, Isidro plantea “una alteración del mercado, una mayor competencia y una demanda de prácticas de marketing mucho más creativas y agresivas. Un desafío para las marcas”.
El mercado vive una alteración por el impacto económico de la pandemia en todos los sectores. Las compañías deberán afrontar una mayor competencia sin perder de vista la sostenibilidad o los problemas de reputación de marca. Al igual que deberán identificar posibles nuevos productos y servicios para satisfacer las necesidades y expectativas de los consumidores.
Aprendizajes y futuro
La crisis del coronavirus pone en evidencia que cualquier negocio tiene la necesidad de acercar sus servicios o productos a través de medio digitales, afirma Beatriz Feijoó. Las empresas que hayan realizado una buena gestión habrán dado un gran paso en esta crisis. Para muchas, habrá significado la inmersión total en el comercio digital y para otras, la apertura de un proceso de digitalización imprescindible.
El futuro exigirá que las marcas y las empresas rediseñen su plan de juego. Deberán buscar mayores rendimientos y desarrollar una experimentación continua dentro de las prácticas clave de la publicidad de pago, destaca Isidro Sánchez-Crespo. Los equipos de marketing deben cambiar sus planes de medios y el calendario de campañas lo antes posible para prepararse para las fases de Re-activate, Re-engage y Re-launch.
En estos momentos las compañías necesitarán también de profesionales digitales. La transformación digital de las empresas había generado ya un incremento en la demanda de perfiles profesionales especializados en este ámbito, que sigue aumentando a día de hoy.
Fuente: unir.net