El crecimiento de nuevas tecnologías con la consiguiente multiplicación de canales y plataformas a través de las que relacionarnos lo ha cambiado todo por completo. Incluido el amor. Conocer a esa persona con la que pasar el resto de nuestras vidas o al menos un buen rato ya no es lo que era y Tinder es un claro ejemplo de ello.
Nace en 2012 y actualmente supera los 100 millones de descargas y puede presumir de contar con uno de los crecimientos de negocio más espectaculares de los últimos tiempos, y son cada vez más los que se preguntan como lo han logrado.
Así se lo han preguntado a su creador, Sean Rad durante la celebración de la celebración de la Advertising Week Europe. “Nos encontramos en una posición increíble”, afirma tal y como recogen desde Campaign Live. “Hemos construido una plataforma enorme que cuenta con millones de usuarios activos cada día en el mundo. Somos una marca global”.
Una de las claves de su éxito pasa irremediablemente por la calidad. Un concepto sobre el que trabajan día a día para ofrecer las mejores experiencias ajustando sus algoritmos en base al feedback que reciben de sus usuarios.
Define Tinder, al igual que otras plataformas tipo Snapchat, como el resultado de las demandas de la audiencia. “Es esta la que define nuestras herramientas”, que ellos ajustan para dar una respuesta a sus deseos y necesidades.
En relación a estas demandas ha dejado claro que los que se busca en Tinder son “conexiones significativas”, ya que lo que cada usuario haga a partir de que la app pone en contacto a dos personas “es responsabilidad suya”.
Un negocio de estas dimensiones que cuenta con una cada vez más ingente base de usuarios genera grandes cantidades de datos cada día. Sin embargo, la nueva moneda de cambio de nuestros tiempos no es lo más importante para Rad que declara tajantemente que no hay nada más valioso que hablar con los usuarios. Incluso bromea explicando que utiliza Tinder para conocer todas las opiniones posibles sobre su funcionamiento.
Siguiendo en el terreno del data de sus palabras se desprende, como ya hemos visto, que utilizan los algoritmos para ofrecer mejores experiencias. Toman como referencia aspectos como el número de interacciones en tiempo real a modo de indicador de conversión y medidor de efectividad. Cuanto más tiempo permanezcan los usuarios hablando a través de la app significa que las probabilidades de que se produzca un encuentro en la vida real se incrementan.
Rad ha ofrecido además algunos aspectos curiosos de Tinder. “Las mujeres son mucho más selectivas que los hombres”, declara poniendo de relieve que estamos subestimando la cantidad de información que hay almacenada en una única fotografía y el poder de atracción o rechazo que un elemento visual puede desencadenar.
Razón por la que anima a todos a que seamos nosotros mismos en las redes sociales ya que las primeras impresiones no son superficiales (aunque muchos piensen lo contrario). “Son muy profundas y la mente humana es muy poderosa a la hora de ir un paso más allá de lo que entendemos”.
En estos momentos cree que la aplicación ya ha madurado lo suficiente y por fin se encuentra en el punto que desean. Razón por la que ahora aumentan las oportunidades para las marcas. No duda en hacer autocrítica exponiendo que todas las empresas encuentran problemas en su camino hacia el crecimiento pero lo importante es encontrar soluciones.
Una de las grandes conclusiones es que la experiencia puede llegar a limitarnos y que las marcas nunca deben perder esa cierta ingenuidad con la que dieron sus primeros pasos. Siempre hay que apostar por el talento y fomentar su desarrollo con la vista puesta en la continua evolución para que nuestra compañía no se quede obsoleta.
Fuente: marketingdirecto