La mayoría de los emprendedores siempre han tenido como objetivo crear un negocio propio. Así lo revela un estudio de Spaces, compañía especializada en espacios de trabajo para comunidad empresarial dinámica, que también ha elaborado un decálogo que reúne “todo lo que un profesional necesita para convertirse en un buen emprendedor”.
Este es el decálogo con el que inicia el camino hacia el éxito:
“Una Buena Idea”, la cual tiene que poseer un valor que la haga especial y distinta de otras, única e innovadora, debe de ser rentable, debe responder a una necesidad del consumidor, ya que si no se satisface una necesidad concreta para algún nicho de mercado, el producto o servicio ofrecido no tendrá futuro.
A esto le acompaña “Diferenciarse de la Competencia”, identifique qué quisieran sus clientes, descubra vacíos de la competencia que puede capitalizar, explore sus principales fortalezas y conviértalas en su diferencial, comunique consistente y coherentemente lo que lo hace especial y lo ideal sería hacerse de un negocio único, porque el producto o servicio no existía antes o porque ahora se ofrece con características especiales.
En tercer lugar, se necesita “Solvencia Económica y Financiación”, la Solvencia es la capacidad económica que se tiene para cumplir con las obligaciones financieras, y la Financiación es el acto de lograr que se le inyecte dinero o crédito a la empresa, u organización, es decir, esta es la contribución de dinero que se requiere para comenzar o concretar un proyecto, negocio o actividad, para asumir los gastos iniciales y los impuestos.
Aunque el dinero no lo es todo, porque también hace falta “ilusión y motivación”, tener la esperanza, con o sin fundamento real, de lograr o de que suceda algo que se anhela o se persigue, o, lo que es lo mismo, creer mucho en la idea que se tiene. ¿Y qué más? “Creatividad” o “capacidad de pensar ‘out of the box’” para “salir de la zona de confort y probar a hacer cosas que no se habían hecho antes”, tener la facilidad para inventar, mejorar o crear.
Otra cualidad que se debe reunir es la de “ser capaz de tomar decisiones” poder realizar una elección propia entre diferentes opciones o formas posibles para resolver diferentes situaciones que se vallan dando en la vida.
La séptima clave pasa por contar con “un entorno profesional” de trabajo, poder definir el sector de actividad en el que se quiere desenvolver, tener claros los puestos de trabajo necesarios para llevar a cabo dicha actividad, ya que esto condicionará la productividad de los empleados.
El octavo consejo que ofrece Spaces es que no se pueden olvidar las “redes sociales”, recuerda que estas son un conjunto delimitado de individuos, grupos, comunidades y organizaciones vinculados unos a otros a través de relaciones sociales, y hoy por hoy son grandes canales de comunicación y promoción.
Ya para terminar se recomienda apostar por la “diversidad intelectual” con un equipo de profesionales que aporten puntos de vista diferentes y también capacidades de trabajo distintas, llegando a complementarse los unos a los otros. Y, además, crear “un lugar de trabajo inspirador” a través de la decoración, el mobiliario y las últimas tecnologías.
Fuente: itespresso.es