Aunque Apple ya dio sus primeros pasos en la publicidad en el año 2010 permitiendo a marcas como McDonald’s, Coca-Cola o Nike colarse en los anuncios servidos en iPhones y iPads por el módico precio de 1 millón de dólares, esta iniciativa pronto comenzó a desinflarse.
Y es que, en lo que a publicidad se refiere, Google o Facebook son duros y experimentados competidores que no están dispuestos a dejar entrar en su terreno a más competidores que puedan arrebatarles su duopolio.
Sin embargo, Apple no se rinde y ha apostado una vez más por convertirse en un escaparate de marcas y, de paso, monetizar su posición en el mercado gracias a Search Ads.
Se trata de un servicio que ofrece, previo pago, la recomendación de descarga de las apps de las compañías en App Store y que algunas ya utilizan para competir contra sus rivales en la lucha por la atención y el clic.
Así, Domino’s por ejemplo, aparece en los móviles de los usuarios cuando éstos buscan McDonald’s o Eat24 cuando las búsquedas se refieren a Pizza Hut.
De esta manera, la plataforma ofrece a los anunciantes un targeting específico y granular que parece estar ganándole la batalla a los grandes imperios publicitarios.
Y es que, según datos de la compañía de análisis móvil Singular, de las 402 campañas analizadas en las que se invirtió un presupuesto de 25 millones de dólares, el 42% fue destinado a la plataforma de campañas app-install y el 48% a las instalaciones display mientras que el 7% se correspondió a display patrocinando la descarga de apps y solo el 3% a los anuncios de resultados de búsquedas.
En términos de CPI, Apple Search Ads obtiene una media de 1,31 dólares en contraposición a los 8,63 dólares de Google y Bing. Por su parte, la plataforma social de anuncios app-install cuesta una media de 5,84 dólares mientras que los display 2,99 dólares por CPI.
“Claramente hay un enorme inventario para ofrecer ahí. Cuando la gente comience a adoptarlo, se hará cada vez más competitivo. Por ahora, es una cuestión de volumen”, asegura Bill Riddell,senior media specialist de la agencia de performance Chacka Marketing.
Pero además, existen otras diferencias entre Apple y otras plataformas de instalación de apps. En vez de medir tasas clickthrough, Apple ofrece a los marketeros una métrica denominada “tap-through”.
Así, aunque los marketeros pueden acceder al número de descargas, la información de puja y saber qué palabras son las más efectivas, no pueden obtener datos más específicos, como la inversión de tiempo de los usuarios, sin la ayuda de third-parties.
Apple crea también los anuncios a través del metadata obtenido de la página de la marca en el App Store.
De esta manera, las marcas no pueden controlar las creatividad desde el anuncio aunque esto no tiene por qué ser algo negativo y es que, el hecho de que sea el sistema el que escoja la mejor manera de presentar el anuncio, puede ayudar a optimizar los recursos y aumentar la efectividad.
Sin embargo, estos procesos han dado lugar a la aparición de numerosas apps falsas que ofrecen a los usuarios descuentos y rebajas en nombre de marcas que ni siquiera cuentan con una app de e-commerce.
Fuente: marketingdirecto